Claves para preparar la tempura perfecta

La Navidad es el momento perfecto para lucirnos con nuestros platos estrella, esos que hacen que a nuestros invitados se les haga la boca agua y es que ¿a quién no le gusta ser reconocido como el maestro absoluto de una receta y más si está realizada a base de tempura?

La tempura perfecta no es tan difícil de lograr

Sin embargo, hay técnicas que se nos pueden complicar un poquito si no conocemos las claves para llevarlas a cabo con éxito. No todo suele ser tan fácil como observar y copiar y es que la cocina es un arte, ¡pero sobre todo una ciencia! Hoy vamos a enseñaros a preparar una tempura perfecta, para que todos los platos que preparéis a partir de ahora queden impolutos.

Antes que nada, os ponemos en situación

La tempura es un recubrimiento frito a base de harina y agua que sirve para darle un toque diferente y sabroso a todo tipo de platos: carnes, mariscos, verduras.

Se distingue del rebozado en el tipo de harina y en que no lleva huevo. El origen de esta fritura no está muy claro, pero en cualquier caso parece que nos llega del lejano Oriente. De hecho, la propia historia de la palabra “tempura” es bastante curiosa: se trata de un vocablo importado del japonés, ¡pero su origen es latino! Posiblemente del portugués tempero, “condimento”.

¿Cómo es posible? Pues porque se cree que fueron jesuitas portugueses quienes introdujeron esta forma de cocinar verduras y pescados en las misiones japonesas de Nagasaki; para ofrecer un alimento más sabroso que convenciera a los orientales de no consumir carne los viernes de vigilia.

¿Increíble verdad? vamos a meternos en harina, nunca mejor dicho

¿Qué es lo fundamental de una tempura perfecta? ¡Que esté súper crujiente! Lo conseguiremos si hacemos caso a pies juntillas de lo que manda la tradición nipona:

1. La harina y es que esta tiene que ser especial para tempura. Se trata de una harina muy fina que podéis encontrar en cualquier supermercado y que mezcla distintos tipos de harina: trigo, fécula de maíz.

Esta harina será un ingrediente fundamental para lograr el color y la textura crujiente que queremos.

2. El agua. Para preparar la tempura, tenéis que mezclar la harina con agua muy fría. Metedla unos minutos al congelador o añade cubitos de hielo incluso. Este requisito es imprescindible para conseguir que la fritura quede crujiente.

3. El aceite. Aunque podemos freír nuestros ingredientes con aceite de oliva, para lograr la tempura perfecta desde Oriente nos recomiendan mezclar dos tipos de aceites: cualquier aceite vegetal (por ejemplo, el de girasol) y aceite de sésamo, en una proporción 80%-20%.

Cuanto más aceite de sésamo añadamos, mayor color y sabor presentará el plato final. Además, el aceite debe estar muy caliente en el momento de añadir los ingredientes de la tempura.

4. Inmediatez. Para aprovechar al máximo lo crujiente de la tempura, en Japón es habitual comerla inmediatamente después de haberla sacado del fuego.

Esto es un poco engorroso para el cocinero, que debe estar constantemente yendo y viniendo de la sartén, pero ya se sabe… ¡para presumir hay que sufrir! Así que añade la harina tamizada, mezcla bien la harina con el agua fría y moja los ingredientes en la mezcla.

Si seguís estos pasos al pie de la letra, os prometemos que seréis los amos de la fiesta.