Que levante el brazo quien nunca haya hecho una fotografía del plato de sartén y lo ha enviado por WhatsApp a los amigos a la caza de la envidia colectiva ajena. Seguro que muchos se ven reconocidos en este hecho, tantos como los que de vez en cuando fotografían el pedido que el camarero se los trae a la mesa y la publican a Instagram con una serie de hashtags que van desde #foodie hasta #Instanyam.
Y es que el móvil se ha convertido en testigo preferente de las comidas de sus usuarios y las redes son habituales espacios de recomendación de restaurantes, productos y nuevas tendencias. Un hecho que muchas marcas y profesionales han sabido aprovechar en beneficio de su negocio.
Marta Sanahuja: «No puedo entender que un restaurante no tenga Instagram»
La foodblogger atribuye la fuerza del movimiento foodie al entorno 2.0, pero alerta de la necesidad de las marcas y el sector a sumarse a las redes para no quedar fuera de juego.
El móvil quiere saber qué comes
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Un @e-commerce de sushi con valores
Sushifresh elabora platos japoneses hechos en el momento, enviados directamente a casa y con envases responsables con el medio ambiente.
El Instagram catalán por los cocineros expertos
El start-up Cookbooth entra al mercado de las apps con una propuesta que une foto-recetes, recomendaciones y redes sociales.
Diet Creator, el nutricionista al móvil
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